La música en tiempos del (cólera) corona. En un presente donde lo viral está tan idealizado, y codiciado, es precisamente lo viral lo que nos mantiene en jaque y encerrados.
Abrimos nuestras redes sociales e inmediatamente nos llueve una avalancha de músicas. “… Está transmitiendo indirecto” no es trending topic, pero será la frase que más leímos durante el encierro. Sesiones en vivo de todos los colores y sabores, para todo gusto y desde las infinitas latitudes y zonas horarias. En esta vorágine de música en formato streaming, se escucha un grito - firme, pero sin rabia - “Basta de Música!” se logra oír, el grito viene desde un rincón de Latinoamérica, Uruguay. “Basta de Música”, la más reciente entrega de Martín Buscaglia, es uno de los discos más esperados de los últimos tiempos, es que el artista uruguayo, clave en la escena latinoamericana, vuelve al ruedo con su primer disco solista y de composiciones solo suyas después de una larga década. Y no es que Buscaglia haya estado inactivo durante este periodo. El músico y productor se ha mantenido en constante movimiento, trabajando en diversos proyectos como por ejemplo la co- producción de “Sombrero Roto” (2019) el último disco de Kiko Veneno considerado el “Disco del Año” en España por Rockdelux. Y no es primera cosecha de la sociedad en este tiempo, ya que la dupla Veneno-Buscaglia además de una extensa gira a dúo por España, presentó el año 2014 un disco conjunto llamado “El pimiento Indomable”.
Por otra parte, la naturaleza inquieta y melómana del uruguayo se canalizó y cristalizó en el programa “La Casa del Transformador” que se emitió desde el año 2016 hasta 2018 en Radio Gladys Palmera y que Martín califica como “la mayor influencia musical para este disco.
Esas emisiones fueron acentuando un ánimo isleño y selvático”. Además de su labor como productor y locutor, el nacido en Montevideo no ha parado de girar. Ya sea acompañado por su banda, solo con su guitarra o en el increíble formato “Hombre Orquesta” se ha presentado en diversos países de América Latina y Europa, compartiendo escenario con grandes artistas como el argentino Lisandro Aristimuño o la mexicana Julieta Venegas.
“Basta de Música” es un viaje de principio a fin. En este vehículo que es el groove, Buscaglia nos lleva por paisajes muy variados abriendo las puertas a la infinidad de imaginarios que conviven en su persona y en su obra. Once canciones que en su forma exterior son muy dispares, pero guardan en su interior como elemento unificador una inquietud y curiosidad artística genuina. Sinceridad que envuelve en capas y capas de detalles, de esos que se van dejando encontrar por el auditor atento poco a poco con cada nueva escucha.
El albúm editado por Años Luz Discos en Argentina, y que será lanzado por el sello Lovemonk en España, fue producido y grabado por Martín Buscaglia en Montevideo, Uruguay, y se mezcló en los estudios de Campi Campón en Madrid el pasado mes de octubre, ocasión que el músico, que viviera unos años en Madrid, aprovechó para reecontrase con el público local en un emotivo y enérgico concierto en El Intruso.
Sobre la producción confiesa: “Los arreglos del disco dan por hecho que en el siglo XXI ya un melómano no necesita escuchar todos los instrumentos que las convenciones indican que deben formar una canción. Se ciñen al concepto de `banco de tres patas´. Esto es: ‘los bancos se suelen hacer con 4 patas, pero si con 3 ya son firmes y te pueden sostener, déjalo así´”.
Reseña por Coke Citernas (DJ Coco loko). Entrevista por Somos Grandes: Llevas un tiempo sin sacar música como solista. Sin más ni menos, ¿Cómo te sientes volviendo a la calle con un disco? Bueno, ”volver a la calle” no sería el término más exacto para esta circunstancia… pero me siento estupendo, en el sentido de que es un disco que se parece muchísimo a los discos que me gusta escuchar, y llegué muy cerca de la isla imaginaria a donde quería ir con mi balsa.
Hay una amplia gama de colores, sonoridades y texturas rítmicas en el álbum… y la verdad es que es un disco maravilloso. ¿Cuanto tiempo tardaste en escribir las canciones y cuanto tiempo tardó en producirse el álbum? El tiempo es relativo, como bien describe Cortázar en “El perseguidor”. Hace mil años que no lo leo pero me quedó clarito. Entre mi último disco solista y este pasaron 10 años y tres discos diferentes, a los que veo ahora como una “trilogía en servicio”. Todo ese trajín sin duda fue generando una masa que estuvo leudando hasta este momento, pero de las canciones de este disco, la más añeja tendrá solo un par de años. Elegí adrede las que estaban más frescas para mi y mantenían intacta su cualidad de torrente. Lo grabé en Montevideo, mezclamos en Madrid y se masterizó en Buenos Aires, todo lo cual insumió unos 6 meses. ¿De donde sale el nombre “Basta de Música”? Del mismo sitio de donde sale la música. Nombrar un disco es como nombrar un poema. No, me corrijo, es como un poema en si mismo. O más bien es como nombrar una nueva especie, o un paisaje. Pero nunca sabemos el verdadero nombre de las cosas, lo más que se puede hacer es utilizar un apodo.
Has colaborado con artistas y músicos de gran talla a través de tu carrera. ¿Hay algún (o alguna) artista ahora mismo con el cual quisieras colaborar, que no se haya dado aún? Sinceramente jamás pienso en esos términos, nunca se me ocurriría pensar “ cómo me gustaría colaborar con…” Siento que las cosas que admiro no necesitan de mi colaboración para nada. (Igual, no me molestaría colaboraciones no tan eminentemente musicales… sería un gusto prepararle el té a Sade, barrerle las hojas del jardín a The Innocence Mission, o ayudarle a Tom Waits a reparar su espantapájaros).
Si tuvieses la oportunidad de echar para atrás al tiempo y darte un consejo a ti mismo. ¿Qué consejo te darías? Me parece escandalizantemente incomprensible la gente que dice “si pudiera volver el tiempo atrás en mi vida no modificaría nada”. WTF!? Si realmente contáramos con esa opción, sería un delirio no cambiar y barajar de nuevo cosas. Hace poco leía a Vaz Ferreira, pensador compatriota de principios del siglo pasado, que decía algo así como que aquel que dice “dormir con la conciencia tranquila” da muestras de auto indulgencia y pobreza intelectual. Dicho esto, no tengo idea de la respuesta. ¿Cual ha sido el mayor reto como artista? Todas las eras tienen sus dificultades, no creo que ninguna sea especialmente fácil o difícil para alguien arrancando, ni la pretérita de los sellos todopoderosos, ni esta actual más entreverada y caótica. El reto siempre es conocerte, en tus fortalezas y debilidades, y tener el temple para asumir las segundas y enarbolar las primeras.
Estamos viviendo en unos tiempos ciertamente abstractos. ¿Qué sentido haces de todo esto? (de la pandemia, covid-19, distanciamiento social, etc.)
Es lo que hay. Hace poco en Uruguay hubo una campaña, exitosa, de movilización en aras de frenar una propuesta legislativa de bajar la edad de imputabilidad. El slogan era “el miedo no es la forma”. Creo que se aplica también a como colocarse para atravesar esta pandemia y, ya que estamos, aplica perfecto para atravesar los oceános de la música.
Claramente esta situación nos ha cambiado los planes a todxs. ¿Como te ha afectado el workflow, ósea la forma de trabajar?
Una cagada en el sentido de las giras divinas que estaban planificadas para presentar este disco…pero por otro lado, pienso que es un disco que funciona como compañía, con sus capas y vetas, por ende este momento de cautiverio forzoso parece revelarse como apropiado para escuchar un disco así, en ese sentido las muchísimas devoluciones emotivas que estoy recibiendo probablemente estén imbuidas también de esta posibilidad de escucha detenida y extendida.
¿Crees que volveremos a ser los mismos como sociedad? ¿La verdad? Si. Se habla bastante de cuan cambiados saldremos de esto, para bien y para mal, pero sospecho que, en el fondo, nada cambiará tantísimo.
¿Qué es, para ti, el éxito?
Es un secreto.
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