Hoy te traemos un artículo especial y diferente. Como ya sabes, estamos celebrando la semana del orgullo en Madrid y creemos en la importancia de darle un espacio y voz a la comunidad LGBTIQ en nuestra plataforma. Estamos encantadxs de contar con la colaboración de José Luis Orta Benitez, también conocidx como JLoZ, compartiendo sus experiencias y anécdotas.
Joven Boricua viviendo en España hace 3 años, JLoZ es gestor cultural y trabaja con artes escénicas, galerías de arte y coordina eventos de moda. En este artículo nos cuenta sobre sus experiencias personales y la transición de vivir en el Caribe vs vivir en Europa. Discute diferencias entre la comunidad LGBTIQ en Puerto Rico y España, y más aún sobre su crecimiento personal y la aceptación propia y de sus peers.
Lo tengo todo Soy Gay, Soy Queer, Soy Negro y Soy Inmigrante...
Salí de Puerto Rico hacia Madrid en el 2016 buscando esa necesidad de encontrarme. Escudriñando por la vida cual etiqueta social me correspondía, intentando entender cuán equivocado y mal acostumbrao' estaba en mi isla del encanto...
Desorientadx, perdidx en un momento de mi vida en que la comunidad LGBTIQ de la isla no me representaba... no me sentía YO. Constantemente pensaba en la necesidad de explorar, aprender y la sed por diversificarme culturalmente fue la vía para montarme en la experiencia que cambió mi vida. Los espacios para la comunidad LGBTIQ en Puerto Rico para mi no satisfacían esa libertad que cortaba mis alas, mi luz, mi alma y entre esa montaña rusa de problemas existenciales, la vida me gritó, "JLoZ mamiii llegó tu momento!".
Es ahí cuando se me presenta la oportunidad de viajar a Madrid para hacer un máster en Artes Escénicas para darle un giro a mi vida profesional... y sin darle mucha vueltas a la situación dije, "Ahora es... éste es mi momento".
Llegué sin saber qué esperar, venía ahogadx de etiquetas pero aún lleno de amor y aceptación por parte de mi familia y amigxs. El arroz con pollo era una cosa mala... Al principio caminaba por la calle y trataba de no manifestarme mucho en la forma de vestir, actuar y comportarme. Me costaba romper con esa idea que tenía, hasta que empecé a socializar con personas que de una forma u otra venían de lugares donde era ilegal ser ellxs mismxs; de lugares donde su familia los rechazaban por su supuesta ‘enfermedad’. Eso fue un choque cultural muy grande.
Sin embargo, la ciudad me recibió con los brazos abiertos y me mostró un lado de mi que no conocía, que no entendía y que me costaba aceptar. No niego que he tenido encuentros en los que me he sentido vulnerable y han intentado censurar quien soy. Pero es que lo tengo todo: Soy Gay, Soy Queer, Soy Negro, Soy Inmigrante y esto en ocasiones suele ser difícil de procesar, ya que es algo que sale de la "cotidianidad".
Son muchas las contradicciones que la ciudad me presenta a diario, por un lado me abraza... como por ejemplo en mi vida laboral, que nunca he tenido algún percance discriminatorio homófobo o racista, y si algo agradezco es el poder tener la dicha de ponerme mis pelucas, tacones y maquillarme para ir a trabajar.
Pero por otra parte, salgo a la calle y esas pelucas, tacones y maquillaje son objeto que rompe con la etiqueta "hetero-normativa" de como debe verse un “hombre gay”. Ja! Y ahí es que se prende el fogón... Porque si existe un don que yo no tengo, es el de quedarme calladx... y a estas alturas negar o reprimir quien soy, no es una opción.
Ya me he acostumbrado a que las miradas de admiración o de juicio me persigan -y confía que no tengo tiempo para ellxs. Pero como dice mami, "no hay mal que por bien no venga". Ahora me he convertido en un ser seguro, me amo y acepto tal y como soy y el miedo que en un pasado tuve, ha muerto.Entre amor, lucha y educación así voy por la vida...
La lucha que iniciaron con mucho miedo mis compañerxs de hace años no ha sido en vano. Gracias a ellxs hemos llegado lejos y aunque queda mucho por educar, ahora estoy yo puestx pal problema, a continuar para no retroceder lo que con mucho sacrificio nos tomó. Tanto en Puerto Rico como en España, los politicxs y sus agendas quieren censurar el amor, la diversidad y la libertad. Pero una cosa quiero que quede clara, mientras yo viva no pienso dejar que esto suceda. Ahora mas que nunca me pongo las tacas, las pelucas, mis carteras de brilli y con mi frente en alto salgo a la calle a dar cátedra de que este mundo es tanto mío como de todxs.