Radar | Somos Grandes
- Somos Grandes

- Jul 14
- 3 min read
Canciones que se alejan del molde para construir algo con pulso propio. Voces nuevas y sonidos con identidad en un viaje musical sin fronteras.

Miss Blanche – “Nadie Más Que Tú”
La artista suiza-española quien recién se presentó en el MadCool, Miss Blanche nos sumerge en una fusión de jazz, soul y R&B actual cargado de emoción y sensualidad. La producción, elegante y minimalista, se apoya en teclados ensoñadores y una base rítmica que respira con calma, dejando espacio para que la voz se desenvuelva con dulzura y carácter. Hay una belleza nostálgica en cada acorde, en cada pausa, en ese vaivén de deseo y entrega que recuerda al romance clásico, pero con un giro contemporáneo que lo hace fresco y cercano.
La interpretación vocal transmite vulnerabilidad sin perder fuerza. Miss Blanche juega con los matices, acariciando las frases con intención y dejando entrever una herida abierta que se transforma en arte. “Nadie Más Que Tú” se siente como una confesión íntima al oído, un susurro que se desliza con ternura entre los silencios. Una joya que respeta la tradición bolerística mientras le imprime una identidad propia, actual y sincera.
Dylan Meek – “Amorcita”
Dylan Meek mezcla con soltura el bolero, el soul y un leve acento jazzístico en “Amorcita”, una canción que celebra el amor desde un lugar luminoso y juguetón. Su voz, rasgada pero melódica, fluye con naturalidad sobre un arreglo instrumental lleno de calidez: piano vintage, percusiones suaves y un bajo que abraza cada compás. Hay algo encantadoramente clásico en su propuesta, pero también una actitud moderna que conecta con públicos diversos.
El tema tiene ese encanto que solo logran las canciones interpretadas con el corazón en la mano. Meek canta como si estuviera sentado frente a su amada en un café, con la complicidad de quien no teme desarmarse por amor. “Amorcita” funciona como un puente entre el ayer y el hoy, entre los crooners latinos de antaño y los nuevos trovadores urbanos. Un canto al amor sencillo, sin artificios, que conquista por su autenticidad.
CatchTwentyTwo – “Red Wine Reminds Me Of Her”
Con una estética indie pop enérgico con un sutil toque melancólico y una narrativa directa, CatchTwentyTwo presenta un tema que duele bonito. “Red Wine Reminds Me Of Her” mezcla electrónica minimal con indie emocional, construyendo una atmósfera introspectiva donde la nostalgia se instala cómodamente. El uso de sintetizadores y samples sutiles sostiene una base que oscila entre el bedroom pop y el indie experimental, mientras la voz principal, cercana y quebradiza, lo confiesa todo sin filtros.
La canción convierte una imagen cotidiana —el vino tinto y su carga simbólica— en una metáfora emocional poderosa. Hay una sensación de pérdida que se cuela en cada verso, pero también una madurez que se asoma entre líneas: la de quien ha aprendido a convivir con el recuerdo. El resultado es una pieza sobria y conmovedora, que se disfruta mejor en soledad, con los auriculares puestos y el corazón ligeramente abierto.
Albert Breaker x mohalizer – “Patience” En “Patience”, Albert Breaker y mohalizer entregan una producción de afro-house refinada, con un groove hipnótico y detalles sonoros que invitan al trance. El track se apoya en una base deep house, con pads envolventes, el afrobeat y una línea de bajo precisa, sobre la que fluyen texturas vocales procesadas que aportan misterio. La construcción progresiva del tema, sin estridencias, permite que cada elemento respire y evolucione con naturalidad.
Más allá del ritmo bailable, “Patience” propone un viaje introspectivo. Hay una delicadeza en la forma en que los productores moldean el sonido, generando una sensación de expansión y contención al mismo tiempo. Es el tipo de tema que podría sonar tanto en un set al atardecer como en una escucha personal de madrugada. Una muestra de cómo la música electrónica también puede ser contemplativa, elegante y emocionalmente resonante.




Comments