La gira de su más reciente álbum Cinema por fin hizo su parada triunfante en Puerto Rico.
Teníamos quizás un pronóstico bastante certero de cuánto gentío llegaría al Vivo Beach Club para escuchar a The Marías. Lo que nos tomó de sorpresa es cuántas veces ese gentío se escuchó con una potencia igual (y, a veces, aún más) que la de la banda. Cada uno de los 21 temas interpretados esa noche contó con coros cantados a “to’ pulmón”, como se dice en buen puertorriqueño. Admito que no caí en cuenta de que tocaron 21 canciones hasta que tuve el "setlist" en la mano. Un buen artista te hace perder la noción del tiempo. Con el comienzo de cada canción, cada meneo de cadera por María Zardoya o cada solo de trompeta de Gabe Steiner, la tarima quedaba ametrallada por chillidos agudos supersónicos.
Para una banda sin canciones en la radio local, sin desarrollarse en nuestros antros de mala muerte y sin haberse presentado la banda entera en Puerto Rico, la presentación en Vivo Beach Club tuvo un sentimiento constante de bienvenida… una especie de “homecoming”. Tal vez un sentimiento de recibir algo que siempre debió de haber pertenecido a las sensibilidades de la isla. María Zardoya nació al lado este de Puerto Rico en el pueblo de Juncos y pasó parte de su niñez ahí absorbiendo música de su padre y de sus tíos. Enfatizó durante todo el concierto la gran importancia y el agradecimiento que sentía por esto y lo especial que era al fin poder presentarse con el resto de la banda.
En una parte del concierto el padre de María tomó el micrófono para hablar con el público de Vivo Beach y con una frase logró encapsular cariñosamente el orgullo por su hija y el amor por Puerto Rico: “Os amamos a todos.” El público lo bañó de aplausos. No sorprende ya que tiene su propia fama que se extiende más allá de la fanaticada de The Marías, siendo inmortalizado en un meme como el abuelo "partyseando" en tarima con Bad Bunny.
El lazo que formó Benito con The Marías inevitablemente fortaleció de manera más sólida ese vínculo que ya existía entre el grupo y su público boricua. No solamente “Otro Atardecer” es de las mejores canciones de Un Verano Sin Tí y de la carrera de Bad Bunny; pero las míticas presentaciones en celebración del disco que se dieron en el Coliseo José Miguel Agrelot también mostraron la lealtad que Zardoya le tiene a Puerto Rico. Cantó el tema junto a Benito en dos de las funciones de ese fin de semana, pese a estar padeciendo problemas con su voz y originalmente haber tenido dos conciertos pautados con The Marías en Chicago y Detroit para las mismas fechas.
Un buen boricua se destaca por su talento, tenacidad y lealtad. Mucho amor fue repartido en tarima hacia otros artistas del patio. “Cuando yo diga busca, ustedes dicen bulla.”, se dirigió Zardoya al público. “¿Busca? ¡BULLA! ¿Busca? ¡BULLA!”, mientras Raquel le tiraba besos a María desde el balcón. Un cariño muy especial fue otorgado hacia Epilogio, héroes locales del indie pop funk y uno de los grupos de apertura de la noche (junto con Valentina y LeCoco).
Como parte de la banda que acompañó a Andrea Cruz a tocar en SXSW en 2018, Fernando Rivera (ahora bajista de Epilogio) vio a The Marías en vivo por primera vez y se conmovió tanto que decidió felicitar al grupo por Instagram. Junto a la felicitación dejó un enlace a Modo, el disco debut de Epilogio, solo para que años después The Marías los escogiera personalmente para compartir el escenario.
Epilogio hizo de lo suyo en tarima, devolviendo todo el entusiasmo que recibían de la audiencia más grande que han tenido hasta el momento. Tras regresar de México a la isla del encanto en junio de este año, el fin del ascenso de esta banda aún no parece estar a la vista. Esto viene confirmado por la acogida de sus dos sencillos veraniegos, “Circuito Por Milán” y “12AM”, que formaron parte central de su set en Vivo Beach Club. Cabe recordarles que “12AM” fue lanzado el día antes del concierto y viene acompañado por un video espectacular también reseñado por esta revista espectacular (puedes pulsar aquí para leer).
El setlist comenzó con el intro de “Just A Feeling”. La gente gritó inmediatamente empezaron los synths y los violines y al ver a María salir con su vestuario dos piezas plateado tipo Spears/Aguilera/pop diva de principios de los 2000. “Calling U Back” fue una canción perfecta de apertura que demuestra que hay una simbiosis muy importante entre cómo se abre un disco y cómo se abre un concierto. La canción tiene un groove hondo, pesado y hasta medio callejero. Se siente como un tema de trap sofisticadamente disfrazado como indie pop que contó con todos los brazos en el aire y todas las caderas sueltas.
“Un Millón”, por razones obvias, es el tema que más grita “¡YO SOY BORICUA, PA’ QUE TÚ LO SEPAS!” de todos los incluidos en Cinema. Este no es un dembow de los que rompen bocinas de carro, pero probablemente humedezca los asientos del mismo. La canción suena a madrugada traviesa, cantando en el coro sobre janguear en Bayamón para terminar en Luquillo tirados en la playa. "Un Millón" sirve como segundo sencillo del disco y es también la canción favorita de Josh Conway (baterista, co-escritor y productor del grupo). Continuaron con "Little By Little" que es muy sensual, romántica y resplandeciente. Se destaca mucho la guitarra, tanto por sus texturas etéreas como por su claridad rítmica.
La primera incursión a los temas de Superclean vino con "Only In My Dreams”, una balada soñolienta y melancólica que sigue siendo uno de sus Top 5 en Spotify desde que salió en 2017. Introducido por el interludio de trompeta “Hable Con Ella”, la banda continuó tocando el bossa nova futurístico de “Care For You”, un sencillo suelto que también cuenta con los fraseos deliciosos de Steiner. Es increíble cómo interviene mesuradamente en las canciones y siempre termina siendo la superestrella en los ojos del público.
“Ruthless” vino después y siento que captura la esencia y es muy representativa del sonido que ofrece The Marías. Casi la recomendaría como primera canción para el que no sepa del grupo. Balancea muy bien los ritmos y grooves sólidos con los embellecimientos delicados de la voz, guitarra y sintetizadores. De la primera canción en Superclean Vol. II pasamos a la última con “Clueless”, lo cual pienso que fue diseñado con toda intención. Más groove y más bailoteo.
“Déjate Llevar” siento que demuestra claramente por qué Epilogio se afanó tanto con The Marías ya que melódicamente da la impresión que andan por el mismo carril. Las acrobacias en el bajo, el leve fuzz de las guitarras y las notas extendidas de la voz también dan ejemplo de esto. Instrumentalmente, el tema logra esa convocatoria a que uno se deje llevar con su energía que te ajora pero no te cansa.
“Over The Moon” comparte esa misma contemplación y añoranza que tiene "Only In My Dreams” y confirma que la fanaticada de The Marías están encantados con las baladas tanto igual que con las rompe discotecas. “Bop It Up!”, otro de los sencillos sueltos lanzados previos a Cinema, cruza una línea fina entre divertidos ritmos vocales y ambientación oscuramente tenebrosa en los teclados.
La noche siguió con “I Don’t Know You”, el primer tema del primer EP y el primer paso que dieron muchos a enamorarse de The Marías. Muchos gritos extasiados en esta canción por los versos de Josh ya que es una de varias donde adopta un rol más de dueto en vez de corista. Después de las melodías dulzonas casi cincuentonas de “Heavy”, María elevó su homenaje a Britney Spears más allá de lo visual cuando comenzaron a tocar su excelente y tristemente condensada versión de “Baby One More Time”. (Quedó brutal. Pero en serio, ¿dos minutos?)
“Basta Ya” quedó impecable y es magistral escuchar como un ponche tan pesado y menea hombros se puede tocar con tanta sutileza y cuidado. “All I Really Want Is You” suena exquisitamente fronteriza a un sonido tipo shoegaze. La banda entera tiene una manera de ondear los sonidos y abarrotarte con ellos durante la canción y por algo es de las que tocan con más energía y pepa.
No es coincidencia tampoco que es la última canción antes que la banda se ausente para comenzar los requeridos protocolos del “encore”. Creo que son reglamentos de la unión o algo así el hacer que el público suplique por más canciones. Si no me equivoco, multan a las bandas que no lo hacen.
“Hush” ha servido como el eje central del disco. Es el sencillo introductorio y el más intensamente promocionado, tanto por el festín estético de su video o en vivo por televisión nacional. Cubre toda la visión panorámica del sonido de un disco como Cinema. Todo esto junto con capturar el control, misterio y sensualidad que la presencia de Maria exhibe bajo el ponche inmaculado de esos músicos. Ya sabiendo con antelación que el conejo no estaría presente para hacer su dueto con el grupo en “Otro Atardecer”, la audiencia se aseguró de cantarla a volúmenes que de seguro le llegaron a la parte del sistema solar en la que se encontraba en esos momentos.
“Cariño” cerró el show. A este punto, ya vuelto un himno para la banda. Un mar de seres abrazados tiernamente. Un mar de linternas de celulares. (¿La gente ya no cree en los lighters?) Un mar de oídos limpiándose tras un orgasmo auditivo. Fue una ocasión marcada por un cariño bien palpable. Me gustaría pensar que Puerto Rico tendrá un rol más prominente en los sonidos que se encuentran en el horizonte para The Marías. Sea por ellos viniendo a tocar más aquí quizás porque se antojen de grabar música aquí. Deberían quizás colaborar con Don Omar y tener otro concurso de baile. No siento ningún reparo en hablar sobre The Marías cuando hablamos de música puertorriqueña de la cual deberíamos estar cabronsísimamente orgullosos ahora mismo. Algunos pudiesen debatir eso, pero ningunos van a ser de los que estuvieron presentes esa noche.
Escuchar The Marías y más en nuestra playlist Verano Eterno Indie en Spotify.
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