Voces emergentes y ritmos frescos: un viaje musical sin fronteras
- Somos Grandes
- 16 hours ago
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Sonidos que trascienden géneros y que merecen estar en tu radar.

Delta – “Bebertentera (quiere decir beberte entera)”
Arranca con una percusión ligera y sintetizadores de bajo perfil, pero muy pronto esta canción despliega un pop-latino moderno que coquetea con el reguetón alternativo y los sonidos de banda urbana contemporánea. Las guitarras limpias combinadas con el beat crean un ambiente de celebración intimista, que parece querer retratar la emoción de “beberte entera” con elegancia más que con estridencia.
El resultado es un tema que suena a brindis en la pista bajo luces cálidas: la producción evita los clichés de la radio comercial y apuesta por texturas más cuidadas, lo que le da a Delta una voz propia dentro del género urbano-pop. “Bebertentera” no solo busca el movimiento del cuerpo sino también el pulso del deseo.
Boridelia – “Odisea del Coquí”
Rock alternativo-fusión con raíces latinas y psicodelia caribeña. En esta pieza extensa y progresiva, la banda fusiona guitarras eléctricas con percusión folclórica puertorriqueña, ambientaciones de delay y una lírica que se mueve entre lo poético y lo ritual.
La sensación de “odisea” se traduce en una estructura narrativa propia: hay momentos de calma casi acústica, transiciones hacia pasajes más densos y explosivos, y una mezcla que equilibra experimentación con evocación cultural. “Odisea del Coquí” invita a quedarse y viajar sin moverse del lugar.
Estella Dawn – “Conversations”
Este tema se ubica en el terreno del pop alternativo con tintes electrónicos y R&B sutil. La voz de Estella se mueve con naturalidad entre tonos suaves y frases que se extienden sobre un colchón de sintetizadores atmosféricos y un groove contenido. El track sugiere un diálogo íntimo, un tipo de conversación interior que pide ser escuchada.
La producción evita los golpes dramáticos y opta por un pulso tranquilo, casi meditativo, que permite que la emoción fluya sin urgencias. “Conversations” suena a confesión compartida y a pausa necesaria en un mundo saturado de ruido.
Adelide – “Too Good For You”
Pop contemporáneo con alma soul: en “Too Good For You”, Adelide combina una melodía pegadiza con un trasfondo de confesión personal. La estructura se apoya en un piano limpio, un bajo redondo y una producción brillante que permite que su voz destaque como protagonista.
Hay una mezcla sutil de vulnerabilidad y determinación. La letra apunta a una introspección sobre lo que merecemos y lo que aceptamos, y la música traduce esa reflexión con ganchos melódicos que persisten tras el final de la canción. Es un tema que entra fácil pero deja poso, mostrando que el pop puede tener profundidad sin dejar de ser accesible.
Fields of Jake – “If Only It Was up to Me”
Esta pista se adentra en terrenos que mezclan el indie-folk y el pop-rock suave. Guitarras acústicas, un beat limpio de batería y una producción que mantiene una atmósfera aireada hacen que la canción suene a paseo tranquilo y contemplativo. La voz, cálida y clara, articula un deseo sencillo: si solo dependiera de mí…La magia reside en la autenticidad: no hay estridencias ni pretensiones, solo una canción bien hecha con corazón. “If Only It Was up to Me” no grita, pero susurra algo duradero, y eso la vuelve memorable.
Mischa Blanos – “Basilica”
Ambient-electrónica con alma conceptual y el jazz es lo que propone “Basilica”. Mischa mezcla sintetizadores etéreos, arpegios de teclado y texturas hipnóticas para crear un espacio sonoro que parece una catedral de luces y ecos. Aunque sin elementos clásicos en exceso, la sensación arquitectónica está presente: es música que resuena en una sala vacía pero llena de presencia.
La canción no corre hacia un clímax obvio, sino que se sustenta en su atmósfera y gradualidad. Cada detalle importa: el leve delay en una nota, la transición de un pad a otro, la sensación de ascensión contenida. Es un track para cerrar los ojos y dejar que el sonido —y todo lo que evoca— te atraviese.
Nick Marks – “do wut u luv”
Un título que suena como mantra, y una canción que lo respalda. Con raíces en el jazztronica, neo-soul y beats cinematográficos, Nick Marks lleva su propuesta más allá: piano Rhodes, líneas de sintetizador envolventes, elementos de brass y bajo profundo conviven en un terreno que él mismo describe como “sonido cinematográfico para estados de ánimo variados”.
Aquí destaca la producción deliberada: más que una canción de fondo, es una experiencia sonora que invita a moverse pero también a detenerse. “do wut u luv” se convierte en un recordatorio de que la libertad creativa es también un acto de amor propio y autenticidad.
