Weekly Picks | Somos Grandes
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- May 10
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Esta semana les traemos nuestra nueva sección de Weekly Picks con artistas de cada esquina del planeta que nos traen los mejores tracks, ritmos y vibra de la semana. Nuestra selección de música y sus artistas más emergentes de indie, pop, urbano, soul y fusión.

Nü – “S.O.Y”
Con una producción íntima y un lirismo que transita entre la rabia contenida y la declaración de identidad, “S.O.Y” de Nü se presenta como un manifiesto personal. El tema juega con estructuras electrónicas y beats densos, construyendo un entorno sonoro que refleja la urgencia del mensaje, mientras la voz se va quebrando con intención, haciéndonos partícipes de una lucha interna que se vuelve universal.
Lo que más destaca es la franqueza con la que se aborda la vulnerabilidad, sin adornos ni máscaras. En su brevedad, la canción no busca complacer, sino desbordar emociones reprimidas, con una estética sonora contemporánea que mezcla R&B, glitch pop y spoken word. Nü sigue consolidando un estilo propio, crudo pero pulido, visceral y profundamente humano.
Rafa Tena – “Morcilla”
Rafa Tena convierte lo grotesco en poesía con “Morcilla”, una pieza surrealista y provocadora que explora los límites entre lo popular y lo existencial. Con una narrativa que roza lo absurdo, la canción esconde en sus imágenes excesivas una crítica mordaz a la identidad, la tradición y el deseo. Musicalmente, el tema es un viaje por sonoridades mediterráneas y texturas de la música pop y latina, con una interpretación vocal que mezcla teatralidad y franqueza.
Lo brillante de “Morcilla” es su capacidad de seducir y traer la buena vibra. Tena demuestra una libertad expresiva que desarma cualquier expectativa, y logra que incluso lo abyecto suene elegante. Es una propuesta radical, cargada de humor negro y lucidez emocional, que da gusto encontrar en el panorama musical actual.
partywatcher – “ESO YA NO VA”
Con una vibra de reggaeton vieja escuela con texturas modernas, y una actitud desencantada, partywatcher entrega una joya pop urbana que suena a confesión nocturna. “ESO YA NO VA” se desliza entre synths pegajosos y un beat midtempo que sostiene la melancolía elegante de la letra. Es una canción sobre el fin de una etapa —de una relación, de un estado mental, de un ciclo vital— y lo hace sin dramatismo, pero con mucha clase.
La producción es limpia, con guiños al electro pop latino de los 2000, pero con una sensibilidad actual. Todo fluye con naturalidad: la voz, las melodías, el groove. Es una pista que invita a bailar con los ojos cerrados, como si decir adiós fuese algo que se pudiera coreografiar en la pista. Sutil, moderna y muy bien hecha.
Kerry Charles – “Slow Bleeding”
El estadounidense Kerry Charles nos sumerge en una atmósfera de soul sofisticado con “Slow Bleeding”, una balada moderna que conjuga elegancia retro y sinceridad emocional. El ritmo es contenido, casi flotante, y la interpretación vocal —delicada pero firme— recuerda a esos crooners ochenteros que sabían hablar del dolor sin caer en el sentimentalismo.
La canción tiene ese tempo perfecto para la nostalgia, con arreglos minimalistas que se van desplegando como una cortina de terciopelo. Es una exploración del amor como herida persistente, pero también como símbolo de vitalidad. Kerry Charles demuestra que se puede ser clásico y contemporáneo a la vez, sin perder autenticidad ni estilo.
Jake Huffman – “On The Edge”
“On The Edge” de Jake Huffman es puro pulso, una canción que mezcla indie rock con tintes electrónicos y una energía contenida que estalla en el estribillo. Con un beat persistente y guitarras que cortan como bisturí, el tema nos mete de lleno en una espiral emocional donde la ansiedad y la esperanza se confunden.
El enfoque lírico es introspectivo, casi confesional, y la producción se apoya en un balance muy cuidado entre crudeza y sofisticación. Huffman canta desde el borde —literal y metafóricamente—, y en esa tensión encuentra la fuerza para transformarse. Una pista potente, ideal para quienes buscan catarsis sin perder el ritmo.
Ben Bostick – “Flying High”
Ben Bostick nos regala una bocanada de aire puro con “Flying High”, una balada americana clásica que mira al cielo con gratitud y sencillez. Su voz cálida y honesta se apoya en guitarras suaves, arreglos country y una letra que parece escrita desde la cima de una montaña tras un largo viaje emocional.
Lo que más conmueve es su tono esperanzador, sin caer en lo cursi. Hay algo profundamente humano en la forma en que Bostick aborda el alivio, el reencuentro consigo mismo. Es una canción para cerrar ciclos, para reconciliarse con el pasado y mirar al horizonte con calma. Una pequeña joya folk que brilla con luz propia.
Walter The Producer – “Roadtrip”
Fresco, adictivo y con alma de hit veraniego, “Roadtrip” de Walter The Producer es un escape auditivo directo a la carretera. Con un groove irresistible y una producción moderna que mezcla indie pop, funk y lo-fi, esta canción tiene todo lo necesario para quedarse pegada en la memoria.
Más allá de su envoltorio festivo, la letra sugiere una búsqueda de libertad emocional, un dejar atrás lo que ya no pesa. Hay algo cinematográfico en su cadencia, como si cada verso fuera una escena de esa película que todos quisiéramos vivir alguna vez. Es simple, sí, pero efectiva y contagiosa.
Mothé – “Claw”
“Claw” de Mothé es un experimento sonoro brillante que combina rock alternativo con electrónica orgánica, todo envuelto en una atmósfera melancólica. La voz, a ratos quebrada, a ratos explosiva, guía una narrativa emocional que habla de lucha, deseo y transformación.
Lo más potente es la producción: capas de sintetizadores, líneas de bajo profundas y guitarras filtradas que construyen una tensión constante. Es una canción que parece mutar mientras avanza, como si no pudiera quedarse quieta. Mothé demuestra aquí una madurez artística notable, fusionando emoción e innovación con gran soltura.
GoGo Penguin – “What We Are and What We Are Meant to Be”
Con su elegancia característica, GoGo Penguin entrega una pieza instrumental que roza lo espiritual. “What We Are and What We Are Meant to Be” es una exploración del ser a través del sonido: piano hipnótico, percusiones sutiles, líneas de bajo que respiran. Todo fluye con una organicidad que emociona.
Esta no es una canción para oír de fondo. Es una experiencia inmersiva que exige atención, como una meditación guiada por la armonía. GoGo Penguin confirma que el jazz contemporáneo sigue teniendo la capacidad de decirlo todo sin palabras. Una obra luminosa y profunda, ideal para cerrar cualquier jornada con el alma en calma.




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